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viernes, 21 de noviembre de 2008

El Gato con Botas





El 21 de octubre el clase de Didacica General leyeron el cuento de El Gato con Botas. La profesora nos pidó que reflexionaramos sobre su contenido. El resultado, el suiguiente:




1. A veces lo más insignificante o pobre puede aportarnos muchas felicidades.
-Regalo del gato al hijo menor



2. La inteligencia es un recurso para obtener la felicidad.
- Inteligencia del gato = éxito de su dueño.



3. La vida da muchas vueltas, y el día más inesperado puede dar un giro de 360 grados.
-De hombre corriente a Marqués de Carabás y pretendiente de una princesa.



4. Conseguir la felicidad de los demás también nos aportará bienestar a nosotros mismos.
-Dueño feliz = Gato con botas nuevas.



5. Las apariencias engañan. No es oro todo lo que reluce.
-Hombre corriente + Traje de gala = Marqués.

26 de octubre de 2008

Estas fueron las reflexiones que de manera muy rápida escribí tras la lectura del cuento.



Me sorprendió enormemente que las reflexiones comentadas en clase tuvieran todas connotaciones negativas. He intentado reflexionar sobre mi reflexión (valga la redundancia) y por ello se me plantean al instante una serie de preguntas:



- ¿Son mis reflexiones simples, vacías o carentes de profundidad?
- ¿ Hoy tengo un día gratamente positivo?
- ¿Son mis pensamientos infantiles?



Todas las preguntas me inclinan a seguirme inclinando y defendiendo mi postura, con lo cual me mantengo en ellas e intento afianzarlas, negándome a mi misma el llegar a pensar que se las catalogue de simples, poco profundas, positivas o infantiles. Repito en mi cabeza: INFANTILES.



Quizás esté equivocada o llegue a pecar de ingenua pero, ¿a caso no pueden acercarse más mis reflexiones a las que pueda obtener un niño de 8 años????



Para mí los cuentos son lecturas infantiles con connotaciones más sencillas. Muestran una lectura simple, corta e ilustrada que llega a resultas más atractiva para un niño, sin que éste de ellas tenga que obtener referentes educativos (aunque los halla obviamente, y de eso no hay duda).



Yo no niego que las reflexiones negativas tiene mucho de verdad, pero tampoco creo que las mías no se tengan que tener en cuenta. En ocasiones lo fácil es buscar lo crítico, lo que está mal, y no intentar escuchar el cuento como si nos trasladáramos a nuestra tierna, positiva e infantil edad de 8 años.



No creo que, para algunas cosas, haya que “sacarle tanta punta”, ni pretender que todo tenga algún tipo de connotación. ¿A caso un niño pone tanta profundidad a un relato así? ¿O lo que le encanta es que su madre o su padre se lo lean al pie de su cama para que concilie el sueño? ¿No puede ser que lo que más le guste es imaginarse a su propio gato con las botas rojas de su mamá?

Supongo que a todos nos han leído o hemos leído cuentos cuando éramos niños, y no por ello hemos acabado creyendo que las mujeres no tienen ni voz ni voto. No creo que a los cuentos se les tenga que imponer una moral rebuscada o un contenido altamente educativo, porque la educación vendrá de la mano de otras personas, y los cuentos son fantasías.



No creo que sea malo que una niña fantaseé con ser princesa, o que un niño piense que en cualquier momento su gato puede calzarse unas botas y llevarle de aventuras.



Un cuento es un medio perfectamente conductivo hacia la imaginación, la creatividad y la fantasía, y todos esos elementos nos llegarán a aportar mucha felicidad y bienestar en nuestra vida, tanto de niños como de mayores.

Obviamente todo es mejorable, y seguramente existan ahora mismo buenísimos escritores infantiles preparando las publicaciones de sus cuentos. Mientras tanto, yo seguiré reflexionando y pensando que no todo tiene un doble sentido o un sentido por sí sólo.


Rizando más el rizo. ¿A caso las personas que ven un cuadro de Pollock tienen porque acabar viendo un elefante? ¿No llegará a entender que es una manifestación artística de materia por materia?...En ese caso, el ingenuo observador de la obra, habrá acabado invirtiendo excesivo tiempo en encontrar el sentido, habiendo podido utilizarlo en observar otras de las obras…






1 comentarios:

Unknown dijo...

El día en que se leyó tu reflexión no pude asistir a clase, aunque ya me comentaron por encima qué decía.
Me alegro, al fin, de poder haberte leído mientras me doy cuenta de que cuando era peque tenía más magia que ahora (en ciertas ocasiones, quiero pensar).
Gracias por regalarme un puñado de nuevo.