
El viernes tuve mi primer examen en magisterio. La verdad es que al principio estaba un poco nerviosilla por la incertidumbre. En realidad era un control de lectura. Yo escogí el libro de Mª Josep Cuenca, El Valencià és una llengua diferent? El libro me gustó bastante por el hecho de que echó por tierra mis prejuicios lingüísticos (que no eran pocos). Me gusta saber de éste tema y por eso esperaré a hablar de él en otra entrada al blog.
Llevé e mi bolsillo un diente de ajo. Lo llevo haciendo en cada examen desde 6º de Primaría (quien me conoce lo sabe perfectamente). No me quiero ni imaginar cuantos he llegado a coger de la cocina... Incluso hay veces que mi madre me lo da directamente cuando sabe que tengo un examen y eso me gusta. En una ocasión en BBAA tuve que ir corriendo a cafetería a pedirle a Gabi ( el "gran hombre" de la cafetería) que por favor me diera uno.
No creo que sea supersticiosa. Quizás un poco si maniática. El ajo me da como seguridad y creo que ese es un elemento muy importante para un día de examen.
Sentirse seguro y cómodo. Quizás todos los días tendríamos que levantarnos así. Por eso, para esos días en los que uno carece de ésto, mi consejo es... un diente de ajo (o cualquier otra excusa).
1 comentarios:
Qué linda. Yo siempre le pido a mi tía que me ponga sus velitas.
La verdad es que las veces que se me olvida pedírselo salgo del examen con un no sé qué en el cuerpo, por no hablar de la inseguridad que me provoca durante el mismo haber olvidado pedírselo.
Besetes, pues.
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